CONFLICTOS
EN LA ESCUELA
La violencia es un acto tanto físico y verbal
que ejerce una persona sobre otra la cual afecta a esta última, hace años no
era tan notoria como lo es hoy, ¿cuáles serán las razones?.. ¿La ignorancia de
las consecuencias que implica realizarla?, ¿el exceso de tecnología?, ¿o la
fácil accesibilidad a los medios de comunicación?, ¿pérdida de valores?, ¿malos
ejemplos?, ¿falta de atención de los padres en sus hijos?, entre otros.
Existen
diversos desacuerdos, que en muchas ocasiones sobre pasan sus límites y pueden
causar situaciones preocupantes, los cuales ocasionan que las relaciones
interpersonales se vayan desgastando al igual que “un creciente y preocupante
deterioro de la convivencia en los centros educativos”(1).
El ambiente de la escuela no
se salva de la existencia de conflictos sin embargo el profesor Jaime Hiram
Murillo Romero considera que: “no se le puede llamar como tal entre docentes,
sino que en realidad serían puntos de vista distintos, porque llamarle
conflicto sería como un problema, y en una persona adulta como lo es el docente
ese tipo de situaciones no se deben dar”. (2).
Los casos pueden ser entre alumno-alumno,
alumno-docente y entre mismos docentes.
Alumno-alumno
El
profesor cuando ve violencia en sus alumnos debe ser el primero en intervenir,
no dejar de lado el problema ya que este podría crecer y posteriormente ser aún
más grave, el papel que desempeña es el de resolver.
El docente debe implementar la
disciplina en sus alumnos, sin confundir, creyendo que es con rigidez y
agresiones, cuando en realidad eso pasa a un término tradicionalista que el
único resultado que da es contrario a lo esperado, siendo realmente, en la
actualidad la disciplina: las sanciones, castigos y recompensas, para que así
el alumno sepa que está bien y que no.
El docente siempre debe implementar
en su enseñanza procesos donde enseñe a sus alumnos a tener confianza en sí
mismos, a ponerse en el lugar de los demás, el sentido de cooperación y
demostrar que “los conflictos se pueden solucionar por la vía pacífica, la
comunicación y el acuerdo” (1) generando
ambientes agradables entre docentes, alumnos y padres, de esta manera se enseñara
a actuar sin violencia.
Docente-Docente
Entre profes no deben existir conflictos, más
bien desacuerdos, los cuales, como personas maduras que son, pueden solucionar
sin llegar a la agresión. Sin embargo se llegan a presentar situaciones donde
el dialogo sube de nivel y se sale de control, pero debe tranquilizarse la
problemática de la forma más racional para que no haya tensión al momento de
colaborar los mismos docentes, y el trabajo sea más gratificante entre ellos
mismos.
En ocasiones, el profesor trae consigo
problemas que pueden afectar su labor docente y por consiguiente sus relaciones
interpersonales y ser directamente afectada la convivencia en la escuela
generando un ambiente de trabajo poco favorable.
Muchas
veces estas cuestiones afectan la labor docente y no sólo este, “sino que se
instalan en nuestros medios familiares y en el conjunto de nuestras relaciones
sociales”. (1)
La
mejor solución es que: “los maestros desde que
llegamos a la escuela, debemos sacudirnos los problemas afuera, y solamente
dedicarse a su trabajo”. (2)
Docente-alumno
En
muchas ocasiones las problemáticas se dan entre alumno y docente, en su mayoría
por la conducta que tiene el alumno, o también puede ser acreditado a que: “las
dimensiones emocionales, o sea, los asuntos relacionados con el amor, el
cuidado y la solidaridad han estado olvidados en los sistemas escolares”.(3)
dejando de lado que el profesor es quien está demasiado tiempo con el alumno, y
al momento de estar compartiendo sus conocimientos debe ser a través de
emociones que no solamente deben sentirse verbalmente si no de manera visual
para que el alumno pueda creer más en lo que dice su docente.
Es de
suma importancia que haya un ambiente de trabajo sano entre docente-
estudiante, para que el proceso de enseñanza aprendizaje sea lo más favorable
posible.
Cualquier tipo de conflicto que se
dé, entre cualquier individuo de la escuela es por una misma razón: “un México
en descomposición de los valores” (2) cada vez más se está perdiendo el
respeto, el trato de los alumnos con los profesores "se ha hecho
insolente, los modos de cortesía rayan la grosería, el nivel de exigencia roza
el mínimo, se busca lo fácil, lo cómodo, lo que no requiere esfuerzo". (1).
En la
actualidad “se ha legislado mucho los derechos de los alumnos, más sin embargo no se les recuerdan sus
obligaciones, pues estos asisten a la escuela esperando recibir sin dar nada a
cambio”(2) causando exigencias que originan conflictos.
El
país en general, se está volviendo cada vez más dependiente, más holgazán y la
misma educación está siendo reflejo de esto, es necesario consolidar bases donde el dialogo sea empleado, porque esta es
la mejor solución para resolver conflictos evitando la violencia.
El género ya no está determinando
los conflictos, “antes se creía que el género femenino era más dócil que el
masculino y no era conflictivo, pero ahora se ve que todo ya es parejo”(2)
De esta manera concluimos que si
existiera menos conflictos se viviría en armonía, tanto en la sociedad como en
la misma escuela, porque “tú arrastras la problemática de la escuela hacia
afuera y lo reflejas con tu familia, o la misma comunidad” (2), no todos tienen
esa capacidad de excluir el problema dependiendo en el contexto que se
encuentren.
Sería
más fructífero el proceso de enseñanza aprendizaje, si se crean una sana
convivencia en la escuela entre todos los que pertenecen a la misma institución
“recordando siempre los derechos pero no dejando de lado las obligaciones”(2)
así el ambiente de trabajo sería agradable tanto para el alumno como para el
docente. Rescatar e implementar aún más los valores, como: la solidaridad, el respeto, la
aceptación mutua, la tolerancia, entre otros, ya que son la base de una
convivencia sana.
(1) Ezequiel
Ander –Egg. Debates y propuestas sobre la problemática educativa
(2)
Profesor Jaime Hiram Murillo Romero – Loreto, Baja California Sur
(3)
Jurjo Torres Santomé La desmotivación del profesorado.
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